Aunque parezca sorprendente, existen personas que son alérgicas al wifi. La alergia al wifi se la conoce también por “la enfermedad invisible”. En CurioSfera.com, te explicamos todo sobre la alegría al WiFi, cómo prevenirla, en qué consiste esta enfermedad, sus síntomas y causas.
Qué es la alergia al wifi y sus causas
Qué duda cabe que la tecnología te hace la vida más fácil en la mayoría de ocasiones. Pero hay otras veces que te puede perjudicar gravemente y de la forma más inesperada. Esto es precisamente lo que sucede con las personas enfermas por la electrosensibilidad.
En todo el mundo, una de cada mil personas sufre esta enfermedad. Esto es lo que se refleja de diversos estudios independientes. Aunque todavía no se le ha otorgado la categoría de enfermedad oficial por la Organización Mundial de la Salud, millones de personas de todo el planeta están presentando síntomas de electrosensibilidad o alergia al WiFi.
Esta afección, por lo que se sabe hasta el día de hoy, se presenta después de una exposición continuada a ciertos campos electromagnéticos (WiFi, teléfonos móviles/celulares e inalámbricos, etc.). Se la conoce popularmente como la enfermedad invisible. Esto es debido a que se notan sus efectos pero se desconoce cuál es exactamente su causa.
Su diagnóstico es muy complicado para los médicos, ya que sus síntomas son muy parecidos a los de otras enfermedades, como por ejemplo la intolerancia alimentaria. Irónicamente, muchos de los que la padecen, al no obtener respuestas tras visitar a varios doctores, intentan buscar la causa de sus síntomas empleando Internet.
Síntomas de la alergia al wifi
La alergia al WiFi puede presentar diversos y diferentes síntomas. En muchos casos son comunes a otras enfermedades. Por ese motivo es tan complejo su correcto diagnóstico. Los síntomas más comunes son: mareos y vómitos, dolores de cabeza que se agudizan mientras más cerca se esté de aparatos eléctricos y mareos constantes que se vuelven más intensos al acercarse a aparatos eléctricos que generen campos electromagnéticos.
También se pueden sufrir en la piel. En forma de picazón, enrojecimiento o dermatitis de contacto. Del mismo modo se han dado caso desequilibrios del sistema nervioso autónomo e hiperreactividad del sistema nervioso central. Otros síntomas detectados de la alergia al WiFi son:
- Alteraciones cardiacas.
- Alteraciones en la piel.
- Cansancio crónico.
- Cefalea.
- Congestión nasal.
- Debilidad capilar.
- Desorientación.
- Dificultad para concentrarse.
- Disminución del libido.
- Escozor de ojos.
- Infecciones recurrentes.
- Insomnio.
- Irritabilidad.
- Mala circulación sanguinea.
- Manos y pies fríos.
- Nerviosismo.
- Orinar frecuentemente.
- Pérdida de memoria a corto plazo.
- Rigidez muscular.
- Trastornos del tiroides.
- Tristeza sin motivo aparente.
Según estudios realizados al respecto, los síntomas de la electrosensibilidad se incrementan y se tornan más duros mientras más tiempo la persona esté expuesta a un campo electromagnético. Escaparse completamente es muy complicado, ya que supondría transformar los hogares, estar alejados de teléfonos inalámbricos, móviles, ordenadores, etc. Y no solo los nuestros, ya que los de nuestros vecinos también nos pueden afectar.
Prevención para la alergia al wifi o electrosensibilidad
Existen tres motivos por lo que las personas que padecen electrosensibilidad o alergia al WiFi se ven obligados a intentar paliar los síntomas en lugar de intentar curar la enfermedad:
- Las investigaciones sobre esta enfermedad son muy escasas.
- Oficialmente, aún no se considera una enfermedad.
- Existen grandes dificultades para un diagnóstico seguro y rápido.
Pese a que en una sociedad de la información como la que vivimos, no resulta una tarea sencilla, ya que existen redes y campos electromagnéticos por todos lados, hay ciertas acciones que se pueden realizar para prevenir la enfermedad.
Remedios para evitar la enfermedad al wifi
- Sustituir los monitores de tubo de rayos catódicos por las modernas pantallas planas.
- Cambiar los teléfonos inalámbricos (DECT) por unos teléfonos inalámbricos DECT ecológicos. O mejor todavía, por teléfonos fijos alámbricos.
- Examinar, detectar y corregir con la ayuda de un experto las posibles fuentes de radiación de los entornos laborales y domésticos: campos magnéticos, eléctricos, microondas, radiofrecuencias, radioactividad, geopatías, electricidad estática, etc.
- Cambiar las redes WiFi por cable convencional para poder evitar así las ondas de alta frecuencia.
- Restringir la utilización del móvil/celular todo lo posible. No se debe utilizar en el interior de elementos metálico como pueden ser trenes, ascensores, autobuses, coches, etc. Del mismo modo no usar en sitios en los que haya poca cobertura ya que el teléfono emite radiaciones más fuerte. Intentar tener el aparato lejos de la cabeza y del cuerpo en general todo el tiempo posible.
- Vestir tejidos de origen natural en lugar de ropa sintética por, ya que la segunda ayuda a la creación de electricidad estática.
- Incrementar en la dieta la cantidad de productos frescos (hortalizas, verduras y frutas). Evitar platos que se deban cocinar en el horno microondas. Así como los alimentos refinados, industriales y adulterados.
- Las bombillas halógenas y los flexos llevar un transformador que genera campos magnéticos. También las bombillas de bajo consumo si están cerca de nuestro cuerpo y los tubos fluorescentes. Se han de cambiar por por halógenas ECO (sin transformador) bombillas incandescentes tradicionales.
- Caminar en línea recta con zapatos con suelas de cuero o descalzos sobre las baldosas, el césped o arena para intentar descargar la electricidad estática acumulada en el cuerpo.
- Abrir las ventanas de casa al menos 15 minutos cada día para ventilarla. Otra opción es adquirir aparatos creadores de iones negativos para, de este modo, reducir la carga electroestática y mejorar la calidad del aire.
- Prestar especial atención a los vigila-bebés ya que emiten continuamente radiaciones electromagnéticas. Los neonatos son muy sensibles a tener que soportar campos electromagnéticos.
Importante: Este artículo es meramente informativo. Si crees tener algún síntoma o sientes algún malestar debes visitar a tu médico o profesional de la salud.
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