Si tienes zonas de tu piel enrojecida, reseca, escamada y con mucho picor, es posible que padezcas dermatitis atópica. La piel es nuestro principal medio para protegernos del mundo exterior, y a veces, ignoramos las necesidades que requiere este multifuncional órgano. En CurioSfera.com, te explicamos qué es la dermatitis atópica, en qué consiste esta dolencia, cómo tratar y cuidar las pieles delicadas atópicas.
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Qué es la dermatitis atópica
Lo primero que hay que saber es identificar el tipo de piel que posees. En España, alrededor del 15% de la población padece de dermatitis atópica, siendo los niños los más propensos a padecer esta enfermedad.
Ahora bien, ¿a qué se le denomina una piel atópica? Se refiere a una enfermedad en la que la piel sufre de una resequedad profunda por la limitada producción de líquido y grasa. Esto desencadena una reacción inflamatoria, rojiza de ardor, picor y eccemas, en unos casos más graves que en otros y que puede conllevar a otros problemas de la piel.
No se sabe a ciencia cierta cuáles son las causas de este trastorno dermatológico. Sí se sabe que la genética, factores ambientales, ciertos tipos de ropa o tejidos y distintas alergias, pueden desencadenar la aparición de una piel atópica. Existen en el mercado líneas exclusivas de productos para prevenir este tipo de brotes atópicos. Así, poder disfrutar de una piel sana sin problemas, realizando un cuidado acorde con la importancia que requiere cada tipo de piel.
Cómo tratar una piel atópica
Para desdicha de muchos, la dermatitis atópica no tiene cura, sin embargo, existen múltiples cosas que pueden ayudar a mantener la piel lo más sana posible. Esto es algo muy importante en especial para los niños, que son los principales afectados de esta enfermedad, y que tratan las diversas aberraciones que sufren las pieles delicadas.
Como la denominada Xerosis o piel seca, para la que se recomienda el uso de aceite de jojoba para hidratar y suavizar. También, el aceite de onagra para las inflamaciones e irritaciones y para la piel alterada.
Cómo cuidar la piel con dermatitis atópica
Aunque por lo general, las pieles atópicas se revelan durante los primeros años de vida, hay personas que desarrollan distintos tipos de dermatitis al alcanzar la edad adulta. Por esto, es recomendable tener un cuidado diario de la piel, ya que en todo momento nos estamos exponiendo a agentes que pueden desencadenar este tipo de reacciones.
Una clave importante en la rutina para pieles atópicas es la ducha, se suele creer que el agua hidrata, pero los excesos de agua pueden ocasionar lo contrario. Se recomienda tomar baños cortos a una temperatura no muy elevada para evitar debilitar aún más la barrera cutánea y un gel de ducha, champú y acondicionador especial para este tipo de dermis.
Debes emplear productos que no contengan jabón, colorantes, perfumes, lanolina, parabenos, alcohol, sulfatos ni formaldehido. Es una alternativa ideal tanto para niños como adultos que padecen de irritaciones, sequedad, psoriasis y piel diabética, y por supuesto dermatitis atópica, ayudando a regular el pH y a evitar lesiones en el manto lipídico de la piel.
La importancia de una buena higiene de la piel
No basta con agua y jabón una vez al día, en especial si se trata de pieles sensibles y delicadas, ya que a lo largo del día nuestra piel absorbe todo tipo de impurezas que se encuentran en el ambiente; y si sumamos a esto el uso del maquillaje que no suele ser hipoalergénico, bloquea los poros y podemos crear efectos adversos en la piel.
Por la noche, por ejemplo, se aconseja limpiar el rostro para eliminar toda la polución a la que nos hemos sometido, con productos especializados. Un producto eficiente para ello es emplear un gel crema limpiador facial que combine vitamina B5 y aloe vera.
Estos limpiadores actúan como agentes limpiadores con agua purificada para eliminar todo aquello que nuestra piel no necesita, sin alterar su composición de forma negativa. Tras desintoxicar externamente la piel debemos reforzar la hidratación de la misma aprovechando que los poros de ésta, tras la limpieza, quedan abiertos, y por lo tanto, absorben más los nutrientes.
También resulta muy útil emplear una emulsión facial de microplata pura, con ácidos grasos Omega 3 y 6, y vitamina E, que alivian la irritación, el enrojecimiento y la descamación de la piel. Debes ser, además, de rápida absorción, sin dejar un efecto oleoso en la piel. Es importante entender que no todas las pieles son iguales y que nuestra piel es una barrera contra el ambiente exterior que necesita un buen mantenimiento para funcionar de forma óptima.
De forma especial cuando se padece de anomalías, la piel cumple funciones vitales como impedir el ingreso de bacterias o regular la temperatura, además de ser un órgano sensorial, por lo que es sumamente importante mantenerla protegida para evitar los tan temidos efectos de la edad.
Importante: Este artículo es meramente informativo. Si crees tener algún síntoma o sientes algún malestar debes visitar a tu médico o profesional de la salud.
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